sábado, 11 de febrero de 2017

Encuentro con Ezequiel Zamora



📻 Programa Radial: 📻  Educación al Debate conducido por el Prof. Jose Saldeño


👂👂👂  ARTICULO DE OPINIÒN  👂👂👂
 
EZEQUIEL ZAMORA EN LA VENEZUELA DEL SIGLO XXI



      Alejandro, de siete años salía a su habitual receso. En los pasillos se escuchaba una algarabía. Un contingente de estudiantes del liceo habían invadido su escuela. Se movían mesas y sillas, aparecían bolsas negras y maestros dando algunas instrucciones lo que le indicaba que algo fuera de lo habitual habría de ocurrir aquella mañana. Alejandro le asalta la curiosidad, de pronto empiezan a ver que en los  papelografos, pancartas, pendones, maquetas y afiches se prefiguraba el rostro  de un hombre  con una mirada profunda que la dirige hacia el horizonte. Vestido de camisa con cuello alto y chaqueta a modo de capa y con su mano derecha sostiene un pergamino enrollado contra su pecho. Marca la diferencia la ausencia de sombrero o quepi lo que deja ver un cabello ensortijado, frente amplia y entradas prominentes. Sus rasgos son muy marcados, los ojos hundidos, las mejillas afiladas y el bigote muy poblado y oscuro. A modos de títulos y en  letras al estilo gótico se lee: Ezequiel Zamora, General del Pueblo Soberano.

      

     Se va a casa movido por la curiosidad, prende el televisor y  en una cuña se avizora una suerte de himno con el rostro de nuevo de aquel hombre, y en breves momento comienza una cadena y aparecen soldados con atuendos de la época, dirigidos a una tarima principal donde está el Presidente de la Republica, una vez más aparece el tributo para aquel hombre, Ezequiel Zamora, y entre tantas palabras le resuena al oído de  niño nombre del  pueblo de Villa de Cura.

    

      A este contexto nos trae el proceso de transformación curricular, cara  a cara con la historia, nos asalta el reto de revisar procesos, personajes y lugares en lo que ahora conocemos como geohistoria.  Y es precisamente ese el reto, montar la pulpería de Ezequiel en la Escuela para comenzar el proceso reflexivo y critico de analizar  los hechos y acontecimientos que nos definen ya no con el periódico Guzmancista “El Venezolano” de los años 40, sino con la Constitución, leyes, programas y documentos que nos inviten a romper con la hegemonía pedagógica y simplista con la que hemos sido formados. Para ello, al maestro le vendría bien una actitud de apertura, sindéresis y reflexión permanente que nos lleve a entender la madre de todo proceso social lo que conocemos como causa-efecto.

     Allí irremediablemente podrían pasar dos cosas, la primera encontrarse desmotivados y sin encontrar relaciones, para más tarde hablar de contextualizar el currículo e integrar procesos. Los segundo, quedar atrapado con  la magia que despierta la conciencia, la reconstrucción de un hecho que a pesar de estar tan lejos cada día se acerca más a nosotros y nos hace entender lo que nos habían ocultado. Cobra allí vida la frase del momento “Por aquí paso Zamora”,  y ya puesto en el tapete en el marco del Bicentenario de su natalicio seria pertinente hacer algunas aportaciones al debate.

     Lo primero se hace  visible. Zamora, hombre invisibilizado y distorsionado “intencionalmente” en la historia de Venezuela es traído de nuevo al debate público por el Comandante de la boina roja. ¿Por qué y para que oscurecer su vida? ¿Y por quienes?  Una ligera  revisión, ejercicio habitual de calentamiento para un maestro, nos abre el telón y refresca la escena. Lucha de clases, hegemonía, pequeños grupos que detentan y parasitan del poder, premura por controlar los recursos, prebendas, conspiraciones y traiciones de  muchos que  se venden como afectos a una causa pero que los mueve la codicia y la vileza en sus corazones.
      
   Nada difícil darle veracidad a estos argumentos: Conquista, vasallaje y colonización de los primeros bandidos que llegaron a este Continente trayendo sus amplias agallas por echarle el guante al oro, las perlas, el café y el cacao para aquella España debilitada por las guerras. Un único propósito someter al débil doblegando su conciencia a través del coloniaje religioso y cultural.
      Como es preciso para recobrar la dignidad siempre hay un valiente que se revela (como Zamora) y en marzo de 1495, se alzo el Cacique  Caonabo quien  intentó atacar la fortaleza de Santo Tomás, (Centroamérica)  pero fue derrotado por Alonso de Ojeda y posteriormente capturado y entregado a Cristóbal Colón  con fuertes  grilletes para finalmente ser lanzado al mar, autentico hecho para denominarlo como día de la Resistencia Indígena y no celebrarlo el 12 de octubre, fecha del comienzo del genocidio.
     En otro contexto más conocido, levantó las banderas de la dignidad  el cacique Guacaipuro, cargando la ira del que le matan a sus hijos y le violan a sus mujeres. Guaicaipuro formó una coalición de gran alcance en contra de la conquista española del territorio Venezolano, con diversas agrupaciones que él condujo durante el siglo XVI en la región central del país, especialmente en Valle de Caracas dirigiendo, a los Caciques Tiuna, Naiguatá, Guaicamacuto, Chacao, Terepaima, Catia, Aramaipuro, Paramaconi y a su propio hijo el Baruta.
     Otro ejemplo clásico es la  culminación del proceso de independencia, el asesinato de Sucre, la separación de la Gran Colombia con la traición y conspiración de la Cosiata hasta la muerte del mismo Bolívar, trajo como consecuencia el surgimiento del caudillismo rodeado de una casta de mantuanos, godos,  realistas y militares que triunfaron frente a Bolívar y que como forma de pago por su “sacrificio a la patria” se hicieron dueños de grandes lotes  tierras  desangrado al país a través del latifundio y el pillaje.  Los platos rotos lo vinieron pagando los campesinos, pequeños hacendados que se vinieron a la ruina, los hijos de esclavos negros (manumisos).Nace así una nueva casta de ricos recién vestidos que se apropiaron del comercio, potenciando la compra de bienes y servicios que luego se lo venderían a los venezolanos y sobre todo a los que trabajaban en las haciendas comprometiendo de por vida a pagar estas enormes deudas.
   
   Con este panorama deprimente en una Venezuela post guerra de independencia, devastada en sus campos   y que conservaba las mismas relaciones económicas de la colonia donde priva la opresión y la exclusión social y política, surgía una hombre que habiendo nacido en plena Guerra de independencia (1817), recogió en su pecho aquella angustia colectiva. Fue desde una pulpería ubicada en la Villa de San Luis Rey donde se reunía aquel grupo de hombres para discutir las atrocidades del Gobierno de Páez, influenciados por “El Venezolano” un periódico  que dirigía  el demagogo Antonio Leocadio Guzmán y que circulaba por todo el país. Allí en esa pulpería, aquel Zamora que llego al pueblo en 1830,  empezó a gestar un movimiento articulado con Caracas y que devino en el Nacimiento de la Sociedad Liberal de Villa de Cura.
     El programa de dicha sociedad y que se consustanciaba con el partido liberal, redistribución equitativa de las tierras, alterabilidad republicana, liberación de los esclavos y tierra y hombres libres.
     Continuó así una insurrección campesina sin una clara organización política al principio pero que se fue macerando hasta llegar a las elecciones de 1846, donde Antonio Leocadio Guzmán, quien ya contaba con el respaldo popular debido a su fallido intento de entrevistarse con Páez en la Victoria, su encarcelamiento y posterior puesta en libertad por la presión popular, se convertiría en el Candidato Presidencial. Ocurrió lo usual en gobiernos déspotas y corruptos, amañamiento en los procesos electorales que para el momento era censitario (votaban aquellos llamados ciudadanos con cierta estabilidad económica), colocando las reclutas para impedir las elecciones así como poniendo a votar a militares, contrario al marco jurídico de entonces..
     Al mismo Ezequiel Zamora le impidieron ejercer su voto en la Plaza Mayor de la Villa de  San Luis Rey, haciendo uso de argumentos falaces como que estaba inhabilitado por estar haciendo propaganda a su favor. Como es de esperarse se formó una trifulca en el lugar, pasando lo mismo en varias partes del país.  Sin embargo en Magdaleno se puso acida la escaramuza cuando al Francisco José Rangel “Indio Rangel” veterano guerrillero que luchó en la independencia con el General Zaraza,  le quisieron aplicar la misma receta y se amotino propiciando un alzamiento con 300 peones, apoderándose de Guigue, arrasando la hacienda de Yuma, propiedad del ultraconservador Ángel Quintero.
     El 9 de septiembre del 48 se uniría el Indio Rangel con Ezequiel Zamora en Guambra y comenzaría una contienda en todo el país bajo el grito de tierra y hombres libres y viva a libertad, dando inicio a la rebelión campesina del 1846.
    
 Detengámonos un poco en esta apasionante relatoría histórica y regresemos al contexto pedagógico que nos ocupa. Desde el ámbito escolar solemos recrear la historia de nuestros próceres, hechos, eventos y acontecimientos, casi como un cliché cuando trabajamos en un enfoque lineal, positivista o conductista y nos perdemos del caudal de posibilidades que nos permitirían un enfoque más crítico y reflexivo que valla mas allá de hacer la tarea, en aquello que ahora se dice “cumplimiento” es decir cumplo y miento.

     Al igual que con el  Proceso de Independencia, el 23 de enero de 1958, el pacto del punto fijo, el Caracazo, el 4 de Febrero de 1992,  la revolución Bolivariana después de 1999 o la partida física de Comandante Chávez, podríamos hablar de Ezequiel Zamora con un enfoque que nos permita identificar causas, consecuencias, precisar quiénes son los que detentan el poder detrás del telón político con nombres y apellidos. Un enfoque así que no ritualice o mitifique los acontecimientos históricos o momifique a un personaje sirve de mucho para la formación de una conciencia geohistórica, critica y reflexiva. Para ellos tendríamos que tener gallardía y ser autocríticos con nuestros procesos sociales. Ejemplifiquemos un poco con Zamora  y otros procesos  con un par de preguntas polémicas que nos inviten al debate:
      ¿Quién dio la orden para que saliera la bala que segó la vida del Valiente General y por qué? ¿Quiénes traicionaron a Bolívar? ¿Qué hace que una masa acepte pasivamente las relaciones de dominación?, ¿Quiénes son hoy  como ayer la oligarquía? ¿Cuáles son sus mecanismos de dominación? ¿Por qué la escuela prefiere a un estudiante tranquilo, que no proteste y hable poco y no argumente o se enoje? ¿De qué sirve una colorida cartelera o un trabajo de corta y pegue, limpiamente presentado sin un par de juicios críticos que muevan la fibra de aquel estudiante?
     Si partimos de la premisa de que es la burguesía la que saca mayores dividendos en las relaciones de poder, entonces ¿cómo  hacer más efectiva una revolución que comience en la conciencia? ¿Por qué  los grandes líderes son asesinados sin una masa que los defienda en el momento? ¿Qué papel jugaría las ideas y luchas de Ezequiel Zamora en la Venezuela del Siglo XXI? ¿Se hace una revolución con una prebenda material, la reivindicación de un derecho, el sálvese quien pueda  o en  contraposición con  el despertar de la conciencia, la pasión revolucionaria, la sensibilidad por el débil, la solidaridad y el estudio?
     Temas espinosos y duros que tendríamos que traer al tapete con franqueza y sin miedos a la nueva escuela que queremos construir. Aquí diríamos que queremos “La Paz” en las escuelas, pero jamás aquella Paz, que nos paralice, que alimente nuestra resignación pasiva de un destino o que apueste a un redentor que resuelva por nosotros todos los problemas sin antes organizarnos,  sino aquella Paz que nace cuando se apoya en la Justicia y la solidaridad entre los más humildes. Solo así podríamos realmente disminuir los niveles de violencia en el país y acabar con una economía bachaqueril que apunta al egoísmo. Para sorpresa de algunos todo tiene relación con el todo y el tema político concierne necesariamente a la escuela liberadora. Discutamos pues

Por José Saldeño 
   educacionydebate@gmail.com

RUTA  BICENTENARIA  EZEQUIEL ZAMORA
VALLE DEL TUCUTUNEMO

Por Prof.  Anderson Ceballos
     En el marco del Bicentenario del Natalicio del General del Pueblo Soberano, el Colectivo de Formación Docente, Samuel Robinson presenta un especial a través de su plataforma digital, www.educacionaldebate.blogspot.com, para resaltar la Ruta que realizó Ezequiel Zamora en el Valle de Tucutunemo, Estado Aragua y que culminó con la Batalla de Los Bagres. En esta disertación hecha en la U.E.N. R. Nº 426- Ricardo Piña, El Onoto, en el marco del 1er Congreso Circuital La Espada de Bolívar, el Prof. Anderson Ceballos, Investigador y  Promotor de la Escenificación Pedagógica de la Batalla de Los Bagres para el Nivel de Media, nos invita a realizar un recorrido de las tropas del General Zamora, los personajes y sitios claves así como también la estrategia militar empleada. Producción y Montaje, Prof. José Saldeño y su equipo de Producción, Aragua, Feb 2017.
♫♫♫♫  ESCUCHAR EXPOSICIONES AQUI:  🎶🎶 🎶 🎵🎵


PELÍCULA: ZAMORA TIERRA Y HOMBRES LIBRES


REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ZAMORANAS
https://drive.google.com/file/d/0BzvGHG_QpmhAMjN2RDlmc1dSZ0E/view?usp=sharing           https://drive.google.com/file/d/0BzvGHG_QpmhAQkthOEh6M0UxZWM/view?usp=sharing 
https://drive.google.com/file/d/0BzvGHG_QpmhAOGt6TlVoSHhCWnM/view?usp=sharing


https://drive.google.com/file/d/0BzvGHG_QpmhAWGRTQXdHVFlhbmM/view?usp=sharinghttps://drive.google.com/file/d/0BzvGHG_QpmhAVE40REdxZDNpTlE/view?usp=sharing           https://drive.google.com/file/d/0BzvGHG_QpmhATU1DVHpTc1hNd3M/view?usp=sharing

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Pedagogía de la Guerra Económica

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